El alemán Ernst Jünger peleó en la Primera Guerra Mundial y
sobrevivió. Luego de la guerra pondría sus recuerdos en el papel, en varias
obras, siendo Tempestades de acero la
más destacada. Tenía solo 19 años en 1914, cuando partió al frente:
“Y entonces la guerra nos había arrebatado como una
borrachera. Habíamos partido hacia el frente bajo una lluvia de flores, en una
embriagada atmósfera de rosas y sangre. Ella, la guerra, era la que había de
aportarnos aquello, las cosas grandes,, fuertes, espléndidas. La guerra nos
parecía un lance viril, un alegre concurso de tiro celebrado sobre floridas
praderas en las que la sangre era el rocío”.
“(Pero una vez en las trincheras, la visión fue totalmente
diferente) La monstruosa acumulación de fuerzas durante las horas cruciales, en
la que se luchaba por un futuro lejano, y el delirio que siguió, de manera tan
sorprendente, tan desconcertante a aquella acumulación, me había conducido por
vez primera a las profundidades de determinados ámbitos sobrepersonales. Aquello era distinto de todo lo que hasta
aquel momento había vivido; era una iniciación, que no solo abría las ardientes
cámaras del horror, sino que también conducía a través de ellas”.
Ersnt Jünger a la izquierda
Ernst Jünger, Tempestades de acero, Tusquets Editores, 1987. Fragmento.
muy buena información , gracias me ayudaste en mi tarea :D
ResponderEliminarSi
EliminarQue quiere decir “era una iniciación, que no solo abría las ardientes cámaras del horror, sino que también conducía a través de ellas”.
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